¡BUEN TACTO!
Hexadecasílabos
Los versos van navegando, por estos ríos de grana,
son para mí imprescindibles, igual que aliento vital;
al ritmo del corazón, me tañen como campana:
¡Y en mi interior constituyen, magnánimo caudal!
A diario somos milagros, basta mirar y entendemos,
que en nuestros actos plasmada, la vida deja una hazaña;
doquier los ojos pongamos, ignoro si merecemos:
¡Tanta belleza que de oque, constante nos acompaña!
A veces es permitido, yerrar para ser humanos,
y adentro queda un gustillo, que a nuestra esencia delata;
en esto de faenar, todos somos partisanos:
¡Hay quienes, como trinchera, se esconden tras la corbata!
No sé si valga la pena, seguir tejiendo poemas,
así no más por querer, simplemente descollar;
imponerme sólo anhelo, simplemente a los problemas:
¡Para que al final me vean, a donde debo llegar!
La compulsión que en el alma, cual fuego candente bulle,
aflora siempre constante, con precisión hacendosa;
y en cada gota de sangre, necesito que me arrulle:
¡Con tiernos pétalos frescos, que van armando una rosa!
En este oficio me juego, la existencia, a ultranza, incluso,
patente a mí me fue dada, con licencias incluidas;
y cuando sea menester, también al tirano acuso:
¡Por sus miles felonías, y acciones tan corrompidas!
Propenso está el ejercicio, de topar el verso exacto,
entonces muchos renglones, seguro estoy sobrarán;
al bardo sólo le basta, ceñido estar al buen tacto:
¡Las mismas letras le entregan, el grado de capitán!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino