¿Quien sabe donde está la frontera
porosa entre el placer y el pecado
entre el gozo y el saberse amado
entre lo que hoy es y ayer no era?
Cada vez que canto a la alegría
pretendo llegar a todos los corazones
creo que todo fueron una y mil razones
sentir, querer, amar es lo que valía.
Una iglesia medieval y un coro
de niños que parecían ángeles
alegraban mi soledad.
Así es gracias a ti la casa donde moro
así deberían ser las cárceles
antesalas de la libertad.