- Poeta, me amas por mi belleza?
Me preguntas, mientras coqueta, arreglas tu esplendorosa cabellera, y tus preciosos ojos color caramelo, me llevan en un viaje al mismo cielo. Te alejas un poco de mi lado, y haces unos movimientos sensuales, mostrando las exquisitas formas de tus curvas ondulantes, que me invitan a una lujuria sin reservas...
Ríes, mientras juegas con mostrarte insinuante y hasta perversa. Sabes que tus movimientos, tus gestos y tu sola presencia, pueden despertar en mi, los deseos más bajos y los sueños mas puros, puedes desencadenar una sinfonía de versos y de cantos, que inunden mis pensamientos y hagan volar a mi espíritu, como también un volcán de pasiones, que hace que literalmente todo explote por dentro, desbordándome por completo..
En eso, de manera abrupta, bajas la mirada, y muy seria, mirando al suelo, y casi con tristeza, me dices: «Dejarás de quererme, poeta, cuando me vuelva vieja, arrugada y fea?»...
Quedo mudo, en silencio por un segundo que se hace eterno. «vieja, arrugada y fea... vieja, arrugada y fea...», estas palabras retumban en mi cabeza, y hacen que mi mente estalle de cruel manera. Me acerco lentamente, y te cojo de las manos, acerco mis labios a tu rostro, y te susurro casi en silencio, pero trato de ser claro:
- Los años pasarán, mi pequeña traviesa. El tiempo no perdona a nadie, y también nuestros cuerpos envejecerán, no hay que dudarlo siquiera. Hoy eres una joven bella, y mañana no será así, pero también tendrás la belleza, que solo dan los años a su manera. Y quien ha dicho que hay fealdad en la vejez? Las arrugas acrecientan la belleza, y la madurez hace mas exquisita a una fruta cualquiera... Pero incluso siendo así, que por alguna razón perdamos la física belleza, no te dejaré de amar, pues yo te amo a ti, de cuerpo y alma desde la vez primera; y no te dejaré de amar, así sea el fin del universo y de la tierra...