QUÉDATE CONMIGO
Ven y quédate conmigo,
no me abandones poesía,
necesito que este día
seas mi refugio y mi abrigo.
Tú, eres en mi sentir
la tabla de salvación,
a la que mi corazón
se aferra para vivir.
Hoy que me duele la vida
no quiero que me abandones,
quiero que a mi alma dones
tu luz, cual llama encendida.
Acúname en tu regazo
y méceme con tu calma,
que necesita mi alma
sentir tu cálido abrazo.
¡Qué me puede la tristeza!...
mas, tan sólo necesito,
sentirte aquí a mi ladito
y fundirme en tu grandeza...
pues, yo sin ti no soy nada.
Para poder resurgir,
tan sólo he de sentir
el imán de tu mirada.