Salí una mañana
Sin saber qué hacer,
Me iba despacito,
Tranquila al volver,
La cara, el rocío,
La tela de miel
Y un canto perdido
De rosas de té
Se oía a lo lejos
Casi sin querer.
Me gustaba verte
Y tocarte todo,
Me gustaba tanto
El sentir tu piel,
Que desde mis manos
Se escurría el día,
La noche, la tarde
Mirándote ayer.
Me gustaba tanto
El verte a mi lado
Que lo perdí todo
Por estar de pie
Y si se complican
Las cosas que dejo,
Las dejo sin asco,
Casi sin querer.