Hijo de mis entrañas,
sangre de mi sangre,
ser de mi ser.
Acurrúcate en mi regazo
de abrigo te llenaré.
Pedacito de cielo,
algodón de azúcar.
Tú madre cielo, tu madre sol, sufre por ti.
Te cubre los sueños
te protege del lobo y del zorro gris;
de la lluvia y el granizo,
del mundo insano y cruel.
Ser de mi ser,
anida en mí.
Yo sumerjo en ti,
¡Soy tu madre!
Volarás algún día pajarito, volarás;
tu madre,
seguirá meciéndote como cuando niño,
en sus sueños.
Mira mis ojos,
cómo lloran por ti...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-D.RA.
(imagen de Pinteres-Guayasamín)