Senpaiortiz

DE NAUFRAGIOS ESTA MARCADA MI COSTA

Me encuentro caminando solo recorriendo la costa del silencio donde el mar besa la arena y con forme mis pasos avanzan, asi voy encontrando fragmentos de mis naufragios fallidos, cuando partía en busca de la felicidad; cabo un pequeño hoyo en la arena y desentierro mi reloj el cual esta detenido marcando la hora en punto y las astillas de guitarra destrozadas por este monstruo que es el mar rasgan mis pies desnudos sobre la arena. Recorriendo la playa, aquella misma por la cual hace unos años tomados de la mano bailamos al rededor de una fogata con la que una noche épica nos burlamos del frio, y entonces al tropezar con un circulo de piedras y ceniza me di cuenta que estaba sobre el lugar idóneo, mismo lugar que hace unas lunas atrás nos espanto el frio, me detengo y decido hacer una pausa para mirar al sol despedirse, tomo asiento sobre los restos del zaguán caído, ese viejo tronco me sirve de asiento y me presto a escuchar los estigmas de aquella historia olvidada, guardo silencio y escucho …. solo instantes después de cerrar mis ojos se traducen los sonidos de las olas, del mar besando la playa, de la sal filtrándose entre la arena, el trance conseguido me viaja como lo haria el canabis y escucho campanas que provienen desde el fondo del mar, una iglesia hundida hace siglos atrás y cuento cada tonada, el eco después de la primera se repite veintiún veces y la noche que ahora me cobija, cobra vida, se subordina ante los campanazos, el monstruo despierta y se vuelve Quimera para jugar me trucos deshabitados con sus dos caras (realidad – olvido) y me regresa los recuerdos aun húmedos destilando amor, y a sus orillas los naufragios de mis navíos. Sobre la arena el circulo de piedras con ceniza dentro se vuelve a encender por esa llama Fénix que sirve de faro a los recuerdos que cada Luna llena retornan a la costa a desovar la misma historia subversiva, el instinto natural guía sus aletas hacia el punto de origen, y mis ojos son los mas cercanos testigos de esta resurrección de fuego. La leña murmura un dialecto que no comprendo y las chispas danzan al compas de olas y campanas y tras la condensación de humo emergen nuestros cuerpos (tú y yo) nuevamente conversos, mi guitarra y sus notas, tus castañas y caracolas. No puedo creer lo que estoy presenciando, será que me he vuelto loco?! Mas nosotros (nuestros recuerdos vueltos vida) ignoran que estoy ahí, y tu (la de ayer) baila moviendo su cuerpo gitano con tus parpadeos de cadera tan suaves y sutiles, como luciérnaga caída a punto de desfallecer, tu aroma a leche de coco; es ese bombardeo repentino el que erisa la piel, que cómico “aun tienes ese efecto sobre mi” Un helar despiadado como el abrazo Ártico recorre mi cuerpo de forma ascendente, es la marea que besa mis pies mientras que estoy inmóvil mirándonos (tu y yo) sentado sobre el tronco caído y así como la mar le roba espacio a la arena; así de igual forma mis recuerdos se van, la guitarra es arrastrada por las garras de donde yacen mis memorias. El fuego pierde su virilidad y tras cada va y ven de las olas se vuelve chiquito y se apaga despues de eso es cuando me reintegro a la normalidad en la cual me encontraba debido al trance, únicamente un minuto después de la hora exacta, abro mis ojos y nada de lo antes visto es real ….. me pongo en pie y continuo la caminata con una incógnita dando tumbos en mi mente.

Que es lo que acabo de vivir, por que lo sentí tan real, habra pasado siquiera, será que me he vuelto loco en realidad????