Un soplo divino es la vida,
momento efímero en la infinitud
de nuestro espacio celestial.
Llegamos sin pedirlo,
y nos vamos sin desearlo.
Nuestra fugaz existencia es historia,
se centra en el pasado.
Los hados del destino pendientes están
Guardan las puertas de la eternidad.
Esperan con ahínco nuestra partida.
Llegado el momento,
sin dilación montados en un rayo de luz,
color celestial.
Emprendemos el camino hacia el lugar,
de nunca jamás, de donde no hay retorno.
La vida en un santiamén,
Se nos escurre.
Solo los recuerdos dejamos.
Las vicisitudes,
a nuestros semejantes se las heredamos.
Los que nos dan el último adiós.
Deseando no alcanzarnos pronto.
Martes 27/ Dic/2016. /01:12 a. m.
Chihuahua, Chih. Méx.
Bambam