Steylan Montilla

Un café y tu recuerdo

La segunda taza de café, la lluvia sigo viendo caer, perfecto se mantiene este lugar, pero tú ya no estás en el, sólo queda recordar nuestras tardes del ayer, donde feliz contigo fui, en este rinconcito que cada tarde, con alevosía reservabas para dos.

Mi subconsciente roza la silla del frente, mi pie imagino coquetear con tu pierna como cada vez, donde mi roce respondías con una mirada, que del espacio exterior a ambos nos sacaba.

Todo afuera nos era ajeno, cuando tus manos tibias las mías tocaban, muy sumisa debajo de las tuyas las dejaba, mientras la humedad de mi sur se apoderaba.

Cae las seis de la tarde, y ya no puedo calmar tu recuerdo, tu nombre busco en mi agenda telefónica y en una estúpida telepatía imploro tenerte cerca, en nuestra mesa de siempre, con el mismo café, que hoy me sabe y me huele tanto a ti.

Es por eso....Es porque te quiero justo aquí, tomando el café otra vez junto a mi, mirándonos, rozándonos, del espacio exterior sacándonos.