Vos me enseñaste el valor de las segundas oportunidades,
vos me enseñaste el valor de empezar de nuevo.
Vos me enseñaste que el otoño no es para siempre
y cuando nos enamoramos, volvemos a la primavera.
Maestra, mi maestra
Vos me enseñaste el valor de las cosas que no apreciamos
y que son las más valiosas:
Una puesta de sol, una abeja libando sobre una flor,
un arco iris después de la lluvia y el olor a tierra mojada.
Maestra, mi maestra.
Vos me enseñaste a amar…
y sentirme amado.
Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
11 de septiembre 2015