Si pudiera tomar la nieve con mis manos…
Sentado, sentado y triste,
solitario e invisible
en ese mundo acelerado…
Sentado en un banco de cemento
sin respaldo,
casi sin bordes
medio destruido
pensando y llorando soledades,
las distancias miro…
Miro hacia arriba,
vista perdida
sin orillas, vista perdida
miro hacia arriba…
vista perdida…vagabunda mirada
perdida en el espacio
y en el tiempo…
Prolongo mi mirada
hacia donde había visto salir el sol,
rompiendo los brazos de los árboles
y sus ramas insurgentes
que crecen sin medida
buscando…
entre ruidos de motores
que mueven elementos
de lata y vidrios
llevando gente…sus problemas
y más gentes…
Busco allá arriba
el milagro más grande
que llenó mis ojos de emociones
y latidos el primer día…
Desde mi llegada a este mudo extraño,
la cordillera blanca tan cerca y alta…
pongo mi mano como visera
para atenuar la luz
y mis ojos gocen maravillas…
¿ Si pudiera extender mi mano
y asir la nieve entre mis dedos
para jugar con ella?
La cordillera blanca
de La Capital Santiago.*
* Santiago de Chile.