Un hombre que acababa de encontrarse con Jesús Resucitado, iba a toda prisa por el Camino de la Vida, mirando por todas partes y buscando.
Se acercó a un anciano que estaba sentado al borde del camino y le preguntó:
-Por favor señor, ¿Ha visto pasar por aquí a algún cristiano?.
El anciano, encogiéndose de hombros le contestó:
-Depende del tipo de cristiano que ande buscando.
-Perdone-, dijo contrariado el hombre -, pero soy nuevo en esto y no conozco los tipos que hay. Sólo conozco a Jesús.
Y el anciano añadió:
Pues sí amigo; hay de muchos tipos y maneras.
Los hay para todos los gustos:
"Hay cristianos por cumpliemiento, cristianos por tradición, cristianos por costumbres, cristianos por superstición, cristianos por obligación, cristianos por conveniencia. cristianos auténticos..."
-¡Los auténticos! ¡Esos son los que yo busco! ¡Los de verdad!-, exclamó el hombre emocionado.
-¡Vaya!-, dijo el anciano con voz grave. Esos son los más difíciles de ver. Hace mucho tiempo que pasó uno de esos por aquí, y precisamente me preguntó lo mismo que usted.
-¿Cómo podré reconocerle?
Y el anciano contestó tranquilamente:
-"No se preocupe amigo. No tendrá dificultades en reconocerle.
Un cristiano no pasa desapercibido en este mundo de sabios y engreídos. Lo reconocerá por sus obras. Allí donde van, siempre dejan huellas..."
Amigo, conociendo esta verdad ¿Seguirá indiferente?
Acepte al Señor Jesús como el modelo de su vida y todo cambiará.
Él viene pronto por su Iglesia. ¿Vendrá por usted?
Suya es la decisión.
DIOS LE BENDIGA