Que desafío tan grande, que carrera a remontar,
cuando la vida se enreda, ¿quien la va a desenredar?
Pues con sus tejemanejes, cual gatito tejedor,
liando lía los hilos y las uñas se enganchó.
Mas no intentes la punta de este ovillo encontrar,
cuantas mas vueltas le des, mas se va a enmarañar.
Y rueda y rueda la bola y en su largo caminar,
atrapa polvo y pelusas, ¡bonita terminará!.
Mejor me quedo sin hilo y me compro otro ovillo,
la mano no meto en este seguro que me la pillo.
Pues lo siento pero no, la mano me hace falta,
es mi mano derecha, con la que aliso mi falda.
Dolores Egea( Lolaila)