Estoy en tu busca,
Pero qué bien te escondes.
Deseo poseerte, aferrarte,
Sin mediar razones.
Te encontraré tarde o temprano,
Te cuidaré cual tesoro,
Y colgaré yo de tus manos,
Divinas, preciadas como el oro.
Fenecer ante tus ojos,
Sin algún día alcanzarte,
No es esa mi intención.
Quisiera yo tu secreto rojo,
Qué con sangre he de pagarte,
¡Ansiada amiga, Perfeccion!