Son vuestras manos,
cual brisas del mar
que acarician sin cesar...
El dulzor de tus labios,
cual fruta del campo
que apacigua mi llanto...
Vuestros ojos que iluminan,
luces en noche oscura
destellos en medio de bruma...
Y es vuestra vos,
que alegra mis penas
cual arrullo de primavera...