Paréceme
que aún siento tu seno en mi boca,
como aquella tarde
cuando te mordía el pezón,
y escuchaba tu gemido.
Paréceme
mentira, que estas lejos
pero aún así
percibo el sudor de tu piel
sobre mi pecho.
Paréceme
que no te haz ido,
porque aún
percato tu cuerpo
apegado al mío.
Paréceme
que estas en el lecho
aún conmigo...