Para Laura,
Qué tierna la muchacha
que viene a dibujarme,
y que callada su boca
que no me ha dicho nada
que paciente su mano,
que derrama muchas flores,
y que estallido sus ojos
que buscan y me hallan,
y que buscan
pequeñas sombras
entre la sombra que soy.
Qué fuerza en el latido
de su pecho caminante
y que decidida su marcha
que se marcha tan temprano
que paciente su mano
que conoce mi figura
y como a esta vida dura
la convierte en agasajo.
iluminando las pequeñas sombras
entre la sombra que soy.