Los caprichos ciegan los ojos
Y el que tiene dinero hace todo a su antojo
De qué sirve tenerlo todo resuelto
Si al final del camino, nada llevan los muertos
Es espuma la vida y su gloria
Todo se va al olvido y no queda memoria
Se marchita la flor presumida
Pierde su elegancia, que era bella se olvida
Es que la muerte es para todos los vivos
Nada hay más seguro, todos somos testigos
Yo por mi parte, termino el discurso
Espero en silencio todo sigua su curso