Henry Joel

Reflexiones de la vida y la muerte 1

Los caprichos ciegan los ojos

Y el que tiene dinero hace todo a su antojo

 

De qué sirve tenerlo todo resuelto

Si al final del camino, nada llevan los muertos

 

Es espuma la vida y su gloria

Todo se va al olvido y no queda memoria

 

Se marchita la flor presumida

Pierde su elegancia, que era bella se olvida

 

Es que la muerte es para todos los vivos

Nada hay más seguro, todos somos testigos

 

Yo por mi parte, termino el discurso

Espero en silencio todo sigua su curso