Miro tu boca, ¡ay tu boca!
No sabes lo que me provoca
Caminar por ahí con mi lengua
Y al final morder tu dulce boca
Cuanta carne le dio Dios a esa boca
Cuanto deseo se me da cada que me toca
Rosado y jugoso, sabroso melocotón
Que rica, que dulce tu boca
Con hambre desatada miro tu boca
Mientras se mueve al compás de no sé que cosa
Cosa que me envuelve me hipnotiza me provoca
Hechizo eterno el vaivén de tu boca
Entrecierra y abre tu boca
No sé qué dices ¿Qué cosa?
Deja de hablar y dame de ese paladar
Que si yo nací fue para perderme en tu boca
Tu aliento caliente me respira en la boca
Huele a esencia eterna que necesita mi boca
El veneno, el santo grial, la adicción que me toca
No son dos cuerpos los que se frotan
Son cuatro labios los que bella sintonía tocan.
Flor Hdez. México.