Pedro,
Pedro, mi querido Pedro,
de mi pecho el amigo,
entre los hombres un pensador,
en la taberna un filántropo,
ante la humanidad un escritor,
para tu madre un poeta,
para mí madre un soñador.
Tus cuerdas vocales afinadas,
te hacían un tenor,
tu pecho siempre palpitante
fuiste un gran barón.
Paulina Dix