Cuando digo que te extraño,
no espero flores, ni rosas, ni cartas de amor.
no espero que acuda el llanto,
por decencia hipócrita,
a nublar la visión.
No espero tus brazos abiertos,
simulando cobijo,
falsificando el amor,
y menos, que asome a tus labios,
pensando en prejuicios,
la palabra perdón.
Bien puedes empacar tus cosas,
Hacer la maleta,
Y salir… ¡Volador!
Bien puedes perseguir tus sueños,
Rehacer tu vida,
¡Buscar tu pasión!
Pero, ¡Ay, corazón!
Que empacando sus cosas
Se olvidó de una prenda
Que está en ti, y lleva su olor…
Que hace que recuerdes la noche
Donde se despojó
De sus sueños, sus miedos, sus metas,
Y te hizo el amor.
Cuando digo que te extraño,
Dejo atrás el orgullo, fenece el dolor:
Da espacio a una voz etérea
Que proviene del pecho
Y habla con dulzor…
Que trae consigo,
Como por defecto,
Un extraño calor…
Y eso es lo que busco,
Y eso es lo que siento,
Cuando digo que te extraño.