Cariño, varias horas he pensando en escribirte o simplemente dibujarte en mi mente, en las palabras que pienso para ti; no encuentro la manera de atarte a mi lado, de que con mis brazos se te olvide el mundo, te vuelvas de mi, de ti, de los dos... no sé como entenderte ahora que quiero contigo lo que en mis sueños sólo he tenido, ello de quitarte las ropas y desnudarte la mente, de besarte los muslos con el mismo ímpetu de correr juntos de la mano, perdernos entre viajes, en lo húmedo, en las costas, entre pueblos, en tus senos definidos y sombreados cuando mis manos vehementes les dibujen lo febril de mis deseos, aún no encuentro el momento justo, las palabras precisas, el acto perfecto, el beso memorable que te derrita el pecho y te humedezca...
Quiero estar en ti, quiero desvanecer tus pudores, quiero que cuando me pienses se te olviden las penas que hacen gris tu mente.
Tanto he ideado para ti, que he dibujado un mundo ajeno a todo lo fáctico, distinto a lo que ves, diferente a tu pretérito, ya he pensado en los detalles, como no hacerlo si ya te conocía, sabia que estarías aquí, que te encontraria, tanto tiempo que perdí en otros labios, en otras noches, en medio de otras piernas, en exaltaciónes transitorias.
Hoy le agradezco a tantas manes que toque, a la piel que con mis labios roce, cada alma me enseño en cada cuerpo a besarte como lo hago, a despertar tu deseo en mi, en que me sientas cuando lentamente tomo tu cuello y dejo que mis labios dancen con los tuyos ese sentimiento lascivo...
Cariño cuando pienso en ti agradezco a todos tus amores pasados por construirte, por prepararte en todo este tiempo que no te he tenido, agradezco a todos ellos por hacerte para mi perfecta, por entregarte a mi hoy que tanto he deseado tu llegada...