argantonio

Dedicado a Plácido

Hablarle a un pájaro no es cosa de locos,

ni pedir silencio para oir el vuelo de la mariposa,

no hay que réirse cuando cortes el tallo de la rosa,

estos mandamientos son fáciles y además pocos.

 

Se trata de amar a la naturaleza,

y de vivir en paz y armonía con ella,

desde que vemos la primera estrella,

hablar con los animáles no es ninguna rareza.

 

Yo tuve un pájaro cantor,

que me duró pocos días,

la casa se quedó sin el vacía.

 

Grande fue mi dolor,

después de tantas alegrías,

poco tiempo duró su melodía.