Hay una estrella
que siempre busca mis ojos
colgada trémula
de infinitos fríos
en ese cielo negro
colado de tantas de ellas
de tantos ojos
que las miran, maravillados.
Pero esa, es mía
y danza de alegría
cuando yo la veo
en ese cielo negro
de tantas estrellas
y ojos que las miran.