Susurros que escapan de mi cabeza,
Luces que vienen del ardiente cielo,
Parece un espectáculo acrobático,
De nuevo te veo de espaldas,
Sabías que mi sonrisas estaban a la espera
De una carcajada al ver el mundo arder,
¿Te sorprendes ahora que avivo la llama?
Una noche roja donde no te vas a perder,
Siente mi euforia tras mi odio,
Mata cualquier alivio de inocencia,
Escúpele a las mentiras,
Despójate del asqueroso miedo,
Entrégate de una vez…
Mírame rebosar de adrenalina,
Sintiéndome al fin vivo,
Siguiendo la voz de mi cabeza,
Destrozando de un grito el pulmón,
¿Ahora volteas a ver?,
Recuerdo esa mirada de placer,
Hermoso humo que desprendes,
Consumes a cada paso tu ser,
Ven, Acércate…
Se transforma esa melena,
En una gran fogata,
Has destruido las alas,
Y con ellas la salvación,
Siéntete con el poder,
De ser lo que eres,
Acaba con tu maldito pasado,
Entrega tu alma al fuego,
Comete mi putrefacto corazón,
Y abre de nuevo esos oscuros ojos,
¿entiendes ahora mi delirio?
Somos arrogantes como un dios,
Limpia cualquier espectro de tristeza,
Acaba con los sueños y las pesadillas,
No debes sentirte ni muerta ni viva,
Solo con el poder de esta arremetida,
Sentirte sola ya no está en tu sangre,
Porque todos parecen muertos,
Vuela con la flama de tu alma,
Recorre el mundo arrancando cabezas,
Aprópiate de este tiempo llamado vida,
Y entrégate a mí en la sonrisa,
¡De esperar a ver caer este mundo en llamas!