No confío en las micro-partículas de polvo;
por algo son visibles gracias a la luz.
Si te confías con las susodichas,
estas se quedarán impregnadas en tu ser,
Tal vez para siempre.
Si las ves, observa su comportamiento,
quizás cuando se acercan demasiado te están propinando micro-codazos invisibles.
¡Imagínate!
Millones de ellas podrían darte la zurra de tu vida.