Se rompe el cristal de la copa
en donde hemos bebido juntos.
Se apaga el beso de cada noche,
y el abrazo apasionado que lo acompaña.
Se rompe la copa de las lágrimas
y ellas bajan como cascada tristes
por las mejillas
que un día se sonrojaron
con tus palabras de amor,
palabras que tocaron
mi alma y mi corazón
y que unieron nuestras vidas
en un abrazo de amor.