Mi mente trae tu figura envolvente,
Y mis ojos sienten tantas ganas de verte.
Mi pecho conspira con los brazos la ocasión para envolverte.
Mi nariz concibe tu aroma tan atinadamente;
Que a mi boca le apetece comerte.
Mi corazón luego de admitir extrañarte,
Quiere a través de esta nota advertirte:
Que si supieras de mis ganas de verte
No seguirías allí tan tranquila e inerte.
Sino que saciarías al fin mis tantas ganas de verte.