Soy la guarda tu alma
en su letras decía
mientras en su manos
cerradas escondía
un trozo de piedra fría.
Él la conoció en pedazos
en partes de su patología
y su método era la ternura
la contención del abrazo
y la percepción
de emociones encendidas.
La conoció en pedazos
la reconstruía
ella fluía su encanto
con cierta melancolía.
La descubrió en trozos
de piel, de dulzura
y esa pasión
con un poco de locura.
El amor, sin ese ingrediente
donde se pierde el control
“Maldita felicidad decía
Él, que en realidad era bendita”.
Le dejo un legado
en el piano blanco
balalaika que era
su canción y su cabeza.
Tumbalalaika: canción que sirvió en la recuperación de Sabina Spidrein
En manos del dr. Carl Gustav Jung.
Sabina no solo se recupero, estudio medicina y se especializó en psquiatría.-