Me deslizo sin rumbo por tus surcos,
por los valles y arroyos de tu cuerpo.
Me pierdo en las florestas animadas
de tus rincones tibios. Sin aliento
desciendo por la sima de tu ombligo
y asciendo hasta las cumbres de tus pechos.
Te recorro despacio, paladeando
cada sutil aroma que tú emanas
y me quedo traspuesto, dormitando
haciendo en tu regazo dulce cama
donde soñar despierto en un futuro
preñado de alegría y nuevas ansias.
Surco tus labios en beso de pasada,
parada imprescindible de mis pasos
y sigo hacia tu frente inmaculada.
Y al pasar por tus ojos, primavera,
quedo atrapado en su luz acerada,
me zambullo en su fondo, veo tu todo,
descubro el universo de tus sueños,
y me quedo a vivir en tu mirada.