Cuando te pienso
algo goza dentro de mi,
es la dicha y el frenesí
de mi alma vacilante
ante un delirio conciso.
Cuando te pienso
sonrío como idiota,
las gotas de rocío
mojan la dulzura
y entre la espesura
de una mente huraña
me araña la vida
y te pienso a ti.
Mi corazón te repinta
en cada cuadro, cada esquina
y el viento que rima
al oído del cantor
no luce su esplendor
ante dama tan fina.
¡Viva la vida!
dijo mi todo al verte
y al no poder tenerte
se puso a escribir.