Paloma P.P.

Salvad a la Tierra Madre ( dueto de Paloma Pérez del Pozo y Mari Luz Reyes)

Mariluz Reyes/Paloma Pérez del Pozo

Poema sobre las conclusiones firmadas por 195 estados miembros de la Cumbre de París de Diciembre 2015.

¡Tierra madre, linda Diosa:
ya no gime ,no morís
en la Cumbre de París
hoy firman extensa glosa.
Para que viva tu rosa,
la que moría en el Hades.
¡Para ti Felicidades
por tu quisquillosa talla
en la maldita muralla
que destroza tus beldades!


La calentura global
deriva agentes nocivos
otros actos delictivos
postran el medio vital.
La suciedad ambiental
sube la temperatura
despilfarra el agua pura
y la estructura del suelo.
Ni las lágrimas del cielo
nos limpian la tierra oscura
.


¡Año nuevo,con alma nueva,
por eso cantan las aves
y tan solo con las claves
sacan lobos de las cuevas;
y aquella flauta maleva
es la biomasa feraz
que préndase en toda faz
para versar humanismo,
unidad y patriotismo
en el ara de la paz.


Contra la gran polución
agítase dos mil quince,
ni la rapidez del lince
supera la propulsión
de las firmas en cuestión
para salvar el ozono
del dióxido de carbono
y todo lo que intoxica.
Queremos la tierra rica
y que no se muera el mono.


¡Oh, Tierra, globo divino
de consenso y pura esencia
pon siempre savia a la ciencia
y que llueva mucho vino,
pues se gesta en tu camino
una floresta apacible,
y el consumo sostenible
pues un estrechón de manos
es demanda en gritos sanos:
¡Un mundo nuevo es posible!


Valga el verso como plata
que suena como un torrente
por salvar el medio ambiente
y ver la Tierra novata.
La Cumbre fué catarata
de luceros y energía
y encontramos la bujía

en los vientos,en el maiz
y en la excelente matriz
del resol en mediodía.


Tambores o cadenetas
sacamos punta del rollo,
hay voltaje y desarrollo
y rayos ultravioletas.
Se conquistan duras metas.
Muy dentro en los adamares
de los ríos y los mares
¡Oh delta, de mucho empuje,
que el azul nunca embruje
ni sea desliz de azares.


Después de las conclusiones
firmadas por los estados,
se notan firmes los dados
y sublimes las canciones
el ombligo y los pulmones
respiran el aire puro,
y aquel cielo tan oscuro
la lluvia nos vuelve a dar.
¡Qué gusto felicitar
los que salvan el futuro!