RETROCESO.
La historia es tejida
por las sacras horas,
y la vida es una historia,
amortajada por los minutos,
y condenada por los segundos,
los verdugos van cortando
las hebras que dan la vida,
al despreciado cuerpo,
al insignificante ser humano.
¡Oh! Sacras horas,
¡Oh! Minutos y segundos
devuelvan a la naturaleza
sus años de vislumbre,
años sin la presencia del hombre.
De Alicia V.