El:
Si mi mejor poema no lo he terminado de escribir,
es porque está imprimiéndose en el reflejo de las pupilas de tus ojos,
camina con tus pasos presurosos para nuestro encuentro,
se mece en tu cabellera cuando el viento te cela porque me amas
y se calienta en tu aliento después de darme un beso.
Te amo mi amor.
Eres mi mejor poema.
Ella:
Amor, cómo puedes amarme?
si sé que yo soy una tortura....
El:
Amo tu tortura, amo tus cadenas
y amo tus caderas cuando se balancean
al compás de mis manos que la acarician.
Te amo sin prisa y con toda la prisa,
porque no quiero perderte ni un minuto,
mientras viva.
Ella:
¡Amor, estoy paralizada y absorta leyendo,
eres mi poeta tan amado y tan prohibido,
tan deseado y tan lejano,
eres el poeta que me recorre
y me vuelve un sol a tus plantas!
El:
Sigue amor, me gusta lo que me dices
Ella:
Un poeta que se entrega en cada poema,
un poeta que a escondidas me ama
y me lleva a su paraíso secreto.
Un poeta que me lo llevan pero en sus versos se queda.
Un poeta que no es mío pero que él me siente su dueña
El:
Lo sé, yo también amor.
Una poeta se apoderó de mi corazón.
Ella:
Qué me importa si el mundo gira alrededor del sol, yo giro en torno a su amor
El:
Yo soy tu luna amor, ¿Porque te ilumino?
No.
¿Porque desde tu lugar me observas?
No.
Soy tu luna porque me sostienes en tu gravedad
y si me dejas, me pierdo.
Ella:
Qué me importa si llueve o sale el sol,
yo entre tus brazos soy una desbordada pasión
porque te sostengo y te vuelves un satélite de inspiración
El:
¡Oh, las gotas de lluvia!,
¡Oh los rayos del sol!
venturosos elementos que pueden tocar tu piel.
Los envidio y en ellos me quiero meter,
para tocar el cristal de tu ventana
y decirte calentito que este poeta te ama.
¡Oh, cuánto te ama!
Ella:
No me importa nada, en secreto nos amamos los dos,
cuando me calientas como los rayos del sol
y tu piel morena se vuelve tormenta en mis entrañas
El:
Y en tus entrañas revuelven mil ganas de hacerlo otra vez.
Ella:
Me vuelvo playa nocturna
que espera que el mar la acaricie
y se vuelva atrás y vuelva con más deseos
y vuelva atrás y amanezca
modelando la silueta playera
con aromas del mayor placer
El:
Y amarnos de nuevo y no terminar,
porque cuando sentimos que vamos a acabar...
volvemos a empezar.
Ella:
Volver a empezar con mi poeta es el sueño de amor más codiciado que tengo.
Autores:
Él: Alma Erótica
José Luis Agurto Zepeda
Managua, Nicaragua
Ella: Pepita Fernández
Córdoba, Argentina