ErnestoGalindez

Deja que mi lengua desnude tus labios.

Una mirada, tierna e inocente,

Que sin duda alguna penetró en mi mente.

Y aunque dudé, si es era de aquí o del espacio,

al tenerla a centímetros, respire tu humilde encanto.

 

Años viéndote en secreto,

como un niño que en su mundo se detiene el tiempo.

Solo para soñar rozar tu sonrisa o escaparme dentro de tus mejillas,

hasta mejor que comer pizza.

 

Es una epifanía pensarte sin tabú,

pero con el deseo de viajar por tu piel clara desde Venezuela hasta moscú.

Te pediría, no, mejor me atrevería a imaginarnos sin necesidad de cambios,

deja que mi lengua desnude tus labios.

 

Aunque en mi no existe una religión,

creo que encontré a quien llamar Dios.