Amo, de niña, tu esencia,
Tu perfume de mujer,
Esa luz y ese placer,
Y de diosa, tu presencia;
Adoro, incluso, tu ausencia,
Pues me hace desfallecer
Al no poder yo tener
Tan divina transparencia;
Amo el recuerdo que llevo
Cual sonora melodía,
Y con razón me conmuevo
Ante tan alba armonía;
Amo ese tierno renuevo
De que siempre serás mía…