Dibujó un corazón en plena arena,
y dos letras en el centro escribió,
iníciales de su nombre y de aquel,
que su joven corazón le destruyó.
Triste se tendió sobre la playa,
sus recuerdos le hicieron sollozar,
las olas acariciándole sus pies,
se marchaban para luego regresar.
Ya la tarde anunciaba el final,
y el sol bajaba tras la mar,
las nubes naranjas reflejando,
al astro que se iba a descansar.
La chica miraba con nostalgia,
del sol en el agua sus destellos,
despacio subía la marea,
y la brisa acariciaba sus cabellos.
A su casa era hora de volver,
despacio de la orilla se alejó,
sin dejar de mirar como las olas,
el corazón dibujado mal borró.
La tenue oscuridad evidenciaba,
que la noche estaba por caer,
se marchó dejando atrás la mar
pensando ¡mi amado ha de volver!.
J.Moscoso.
Derechos de autor reservados.
José Antonio Moscoso Vega.
Costa Rica, Puntarenas Corredores.
04 de Enero 2016.