Hoy mantengo mis gritos callados
Llantos explotando en blanco
Hoy fríos barcos van zarpando
Y en la proa, el que es tú cuerpo
Del muelle se va alejando.
Me haz roto la cabeza
Con un tiro certero de escopeta
Yo que era de sorpresas,
Pero tú buscabas otras presas.
El poeta duerme a la
Izquierda de la depresión
Y créeme que con todo esto
Me diste cinco días más
De completa inspiración.
Ahora, a ratos vivo
A la sombra de estabilidades
Para no preocupar a los culpables
Y que las malas lenguas no me aten
A las hogueras finales
Y cuando tú llegues
Al centro de tú mar
Y consigas lo que fuiste a cazar,
Yo me perderé
En la locura de mi mal.
Avisa cuando ocurra
Para no llamar.
Avisa cuando ocurra
No quiero que me vayas a contestar
No sea que entonces
Con la nueva presa
Ya no te quieras contentar.
Así son.
Así y nada más
Los cuentos de fuego y mar