Tras acabar sus tareas, decidió encender un rato la tele, no era que la entretuviese mucho lo que estaban poniendo, así que le bajo la voz hasta dejar el sonido en un leve susurro y sin pensarlo cogió su portátil y se puso a escribir:
“Queridos Reyes Magos, quedan dos días para que me visitéis, si es que lo consideráis oportuno. El balance creo no ha sido ni bueno ni malo, así que lo dejo a vuestra elección…Ya sé que soy algo mayorcita para esto, ¿verdad?, pero la ilusión es lo último que se pierde y yo, aunque sea como mecanismo de autodefensa, intento mantenerla…así que aquí me tenéis escribiendo mi carta….ya sé que va justa de tiempo, pero seguro que os llegará, para eso sois magos, ¿no?...
El caso es que ya estoy cansada de pedir para todo el mundo, así que pese a que pueda parecer que estoy pecando de un tanto egoistilla, y dado que sabéis que intento no ser hipócrita, y menos con vosotros, es por lo que voy a prescindir de los demás…y centrarme por una santa vez en mi…¿A qué os he sorprendido?, la verdad es que yo también lo estoy haciendo conmigo misma…No es la típica carta a la que os tengo acostumbrados, ya lo sé, pero siempre hay una primera vez para todo…
Esta vez no quiero que vengáis cargados…sé que los años no perdonan y no quiero incrementar vuestro cansancio que sé que es mucho, y más en este cinco de enero…por eso no quiero nada material….absolutamente nada material. Lo que yo pido no pesa nada, es fácil de traer….porque no es nada más que tranquilidad…tan solo tranquilidad….Tras mucho pensarlo eso es lo que quiero…Si yo estoy tranquila será porque los míos están bien en todos los sentidos y por tanto no habrá nada que me perturbe…si yo estoy tranquila sabré apreciar mejor esos breves momentos que la vida concede de felicidad y sabré degustarlos en su justa medida…si yo estoy tranquila estaré más predispuesta a amar y no veré problemas donde probablemente no los haya y por tanto escuchar solo a mi corazón, prescindiendo de todo lo demás…si yo estoy más tranquila, estaré más centrada, más concentrada, y mi talante no se verá afectado por todo lo que no sea esa susodicha “tranquilidad”….si yo estoy tranquila me podré dar al cien por cien en mi trabajo del que disfruto y es una de mis mayores prioridades …en resumen que la tranquilidad para mí lo es todo…¿Para qué os voy a pedir otra cosa?...sabéis que soy mujer de todo o nada…y en esta ocasión lo quiero todo, así que mis Queridas Majestades, os agradecería que me tuvierais presente y me visitarais…prometo dormirme pronto e intentar ser mejor para el próximo año…No me importa que me dejéis para el final si tenéis otras prioridades, pero por favor…¡no os olvidéis de mi!.Un besiño para cada uno, de ésta que os escribe y que no pierde la ilusión.”
Acto seguido, sin prisa ninguna, como sabiéndose con el deber cumplido, apagó su portátil, subió un poco el volumen del televisor y siguió viendo el insulso programa de televisión que en ese momento estaban poniendo hasta que llegara la hora de preparar su cena…