No cielo, hoy no.
Se ha escondido en el cielo toda vida cósmica,
tal parece no hay luna, no hay luz,
se han deshilado almas que viajaban en la marea,
ha quedado un resto y no hay continuación.
Tic tac, hay que despertar.
Sí, o tal vez no, tal vez ni siquiera,
quizá en la ventana de pronto una respuesta.
El viento, el amado viento ha llevado consigo un barco y un árbol,
ha pintado de verde musgo una sonrisa,
ha pintado de violeta todos los espejos,
y sin embargo, a pesar de ello, aún aturde la noche los oídos de quien le escucha. No bastó pintar. No bastó crear.
¿Ahora, a quien qué?
A la salud del viejo vino.