Ella sentada desde algún lugar se da cuenta que su vida no es mas que papel
Se cuestiona así misma y se hace preguntas que probablemente no sabrá responder
A pasado horas pensando en aquel escritor que desde que dejo caer un poco de su tinta en sus labios
no a vuelto a visitarla para limpiar su daño.
El veneno de su tinta tan asfixiante no ha hecho mas que crear en ella
una adicción de esas que no tiene nombre, pero que tampoco tiene cura.
De aquel escritor no se sabe mucho,
lo poco que se sabe es que desde aquel día no ha hecho mas que llenar esas hojas
sus hojas de letras y palabras.
Se a dedicado como niño a llenar las hojas de ella como si fuera su propio libro.
Ella toma un respiro y sonríe.
Sabiendo que su príncipe como ella lo llama
vive en esa realidad donde se han desnudado hasta el alma
donde sobran las palabras, donde se aman en silencio
Si justo en esa realidad, donde han sido dos pero han logrado ser uno
Solo ella y su escritor en esa realidad donde lo han sido todo
y a la vez han sido nada.