La ola enhiesta en la pálida playa
y el agua que socava, entre raíces
sin luz, espejos de la luz, las grises
texturas de la luz que se desmaya.
Sin clamores se hacinan en la raya
sorprendente mas yerta trilobites
de fósil luz, en sombras sin desquites,
utensilio ilusorio de otra laya.
Arrecido en sus grises, se disfraza
de piedra el mar, contra el albor del día,
sin luz bajo la luz que lo barrena,
monolito de números que enlaza,
mintiendo una asustada geometría,
el crecimiento inmóvil de la arena.