¡OH rosa roja del verde prado! en el verdor tú rojo resalta e impregna todo tu suave aroma y hasta mi pecho tu rojo llega y se desliza suave en mis venas con la frescura de tu fragancia.
Rosa de rosas, rosa de encantos; mi rosa hermosa de rojo sangre que el verde prado con celos guarda y que tu rojo alcanza mi alma que lo recibe con devoción, ¿quien que te viera no sentiría esto que siente mi corazón?
PABEDIZ