Elegía Media
Milton Poveda autor 2013.
¡Oh guardiana mítica! de mi dicha prescrita y mi bonanza añorada, vernácula institutriz de mis letras… de mis versos y mis grafemas, Calíope abre las puertas de esta inconsciencia desalmada, déjame entrar una vez más en ella con la fé evacuada para profanar sus pensamientos más abruptos, son sinceros los razonamientos más profundos, que sin recelos... los bañaré todos en tributo de mis cicatrices, con el tinte carmesí de sangre, hilares de vida corriendo por mis venas... que ahora brotan libres.
En el confín de mi universo… en el final de mis sueños, en el llano más sosegado y extenso, donde dormitaba inquieto, el niño que has deja indefenso sin abrigo y sin aliento por tu partida; aún espera cognición alguna,que explique tu conducta y tu desamor; solo la omisión y el descuido, no causan tal dolor, ni desidia percibida en el corazón; éxodo que has designado como labor hostil, para darle paz a tu conciencia, mientras él se muere entre ahogos por la carga emocional y la demencia.
Mi piel aún conserva este olor maligno… una fragancia a carcas que no me deja respirar, ni se disipa fácilmente en el ambiente… contaminando mi habitación por completo, segregando con aroma natural... un pálido destello de una vida, ya sin ganas de seguir existiendo, como el perfume expuesto, que baña las laderas y la frías estepas de la ciudad de Dite.
Tu adiós y tu ausencia, no recorrerán el mismo sendero por siempre en mi cabeza, la dolencia acaba con la cura de la enfermedad… por más que deje consecuencias y una sensación de dolor, sin duda no permanecerá eterna ni abrupta, apegada en mi sentida pasión.