Sumergirme
en el verde mar de tus ojos añoro.
Acariciar su mirar ansío.
Reflejarme en ellos, antójaseme.
Una vez y mil veces más.
El diáfano verdor de sus destellos
las pupilas mías alucina.
Dejando torrentes de misterio.
En el espejo donde mis sentidos anidan.
La exótica imagen
de sus ladinos mirares,
con insondable luz cristalina,
envuélvenme.
Sus coquetos devaneos
sin misericordia, los míos pellizcan.
El galanteo del verdor
de sus vislumbres, codicias locas abriga.
De con frenesí amarte.
Hermosos pensamientos
en el balcón del tiempo asoman.
El ardiente fuego de la venas,
la piel quema.
Al morir el día,
la noche roba los verdes mar
a los océanos,
cediéndolos a tus paradisíacos ojos,
haciendo disfrutar de su candor
los ojos míos.
bambam