Madre mìa,
Recibe mis flores,
Un mano de versos,
Las canciones,
Nacen de mis ojos, Y mi alma,
El verso, que tambièn nace de tì,
Por que hasta ahora tengo,
La dulce imagen de tus besos,
asomando a mi ventana,
y atrayendo en la mañana,
besos, y parpadear de tu alma,
madre, tu eres el libro,
Y el renglón, mas sagrado,
Que tiene mi memoria,
y en tu beso, nunca me ha faltado,
La caricia de tu rezo,
Mi pluma, y el amor que me has dado,
A ti lo devuelvo,
Por darme tanta calidez,
y en tus brazos,
Dormir, mas de mil veces,
Sacando aire de pulmones,
En tu arrullo,
Que durmiera fresco,.
Todo calma,
No me asfixiara, con la almohada,
Detalles, que solo abraza, mi madre,
Detalles que posan, como huella,
y suspiro de mi alma,
Detalle de carne,
Amor que tuvo pista,
Y Paisaje, en lo que llaman todos,
hoy la ciencia,
por que estudia, las entrañas,
vida, que marca el vientre,
Semen, que se anida,
en el capullo, y hace de la piel,
Su laberinto, su canal,
y las caricias , de nueva vida,
Madre, sin su semen,
Es imposible ocupar,
El lugar, y el derecho,
A sentir y expresar,
Todo con alma de madre,
Solo con dìas, y horas de sacrificio,
Tienes derecho,
A que te reconozcan,
Todos como madre,
No hay uno, en el planeta,
Que se salve,
De nombrarte a cada instante,
A gritos, y a silencio,
Con dibujos, y colores,
todos me habla, de su madre,
El planeta, sigue repleto,
De corazones,
ejemplares, y perverso,
pero el nombre de mamà,
Es imposible, negarlo del todo,
Todas, de alguna manera,
Siguen siendo madres,
Con virtudes, y mil balas de acero,
no todo en el mundo,
Puede ser, tan perfecto,
si buscas, en tu lista,
En los diarios, y en los mapas,
no hallas, madre perfecta,
Pero si, quien la juzgue
Constantemente, lo peor,
Que se nieguen, a perdonarla,
No hay que culparlas,
Condenarlas, solo amarlas,
Canal de parto,
sigue vigente,
Como la experiencia,
De ser madre,
De regar los hijos en el mundo,
Como se riega una semilla,
Y al final, querer que todo,
Le de fruto,
ùnica, aun que neguemos,
El principio de vida,
Madre, oh madre,
Sentimiento de luna,
contigo extraño,
Las flores de Madrid,
El verso, que ha quedado,
entre papeles, y sonido,
Y nunca te lo dije,
nunca mas, te vi despertar,
Desde mi ultima visita,
un derrame cerebral,
Te saco de mi vida,
y lleno de negro aquel mapa,
y ahora, nada mas me queda,
Retratar en el poema,
Y Desvivirme, por Madrid.