Puede el cielo estar nublado,
cubierto por la melancolía de una nube,
y en sus formas decaídas atraer,
un inmenso viento y aire helado.
Puede estar cada calle mohína y solitaria,
salpicada por el desánimo y la tristeza,
y el atardecer aletargar junto a la pereza,
que se apega como acción álgida y rutinaria.
Y como evocar al cielo una petición,
puede llover inesperadamente a ríos,
y el momento fuerza a pensamientos enatíos,
arrastrando así a su propia vejación.
Quien sabe cuanto más pueda hoy pasar,
en este atardecer gris y sombrío,
melancolía, tristeza, lluvia o frío;
y un sin fin de cosas se puede dar.
Entonces, entonces comienzo a soñar,
en un segundo todo lo dejo al olvido,
mas tu sonrisa, tu belleza viene conmigo,
y más y más es que te empiezo a añorar.
Ho! dulce amor, cariño, corazón mío,
y es por tu alegría que la lluvia no me a de mojar,
y es por tu sonrisa que los grises son coloridos,
y es por quien eres, que yo te voy a amar!.
BY: DIEGO