La voz de viento frio
en panamá.
Toda una visión
de fantasía es mi coral,
Un enorme cerebro- viviente
planta- animal.
Allí donde el piso se mueve en latidos
porque respira en pequeñas chimeneas
echando burbujas.
Donde los erizos gigantes se sobreactúan
disfrazados de planta asustando a los depredadores
con sus gigantes flechas dolorosas.
Este, mi coral, parece un edificio sumergido,
como si se tratase de una civilización
que algún cataclismo ha hundido
y cuanto organismo existe encontró
la única posibilidad de vida
y tomándola como propia la ha aprovechado.
Llenándola de toda la flora y la fauna marina
con abundantes anémonas danzantes,
Peces de colores vestidos para la gala
Atentos a la recepción.
.
Donde los mejores taxidermistas
no distinguirían si una roca es un animal
o un animal es una roca: maestros del camuflaje.
E Ilustradores famosos no tendrían
al alcance tanta gama de colores
desde su rosa saludable
pasando por los naranjas
hasta los más fulgurantes rojos.
Allí mi coral crece, respira,
danza al ritmo de la corriente
sin ninguna protección
tan sensible al dolor
y tan inocente como un niño.