Caminando cabizbajo
en mi mundo de tinieblas
de un pasado de tormentos
sumergido en la miseria.
Voy pisando los pedazos
de aquellos sueños en vilo.
Ya mi sombra no distingo
las penumbras me gobierna.
La esperanza yace muerta
en los campos del olvido.
Los recuerdos son tormentas
y yo un náufrago rendido.
Inundado en mis memorias ya no busco redención,
solo quiero hallar la paz en este mundo de cartón,
de apariencias, de mentiras y de falsos juramentos.
Decepciones de personas que asesinan sentimientos.
A mi izquierda veo al diablo fingiendo ser pitonisa,
prediciendo mi futuro me señala la otra esquina
donde se encuentra la muerte con su macabra sonrisa,
esperando con paciencia. Mi hora llega, ya está escrita.
* * *
Desvanecen las tinieblas y levantando la mirada.
Una luz que me enceguece resucita mi esperanza.
Resurgiendo como el fénix de entre sus propias cenizas
le veo expandir sus alas y alzar vuelo con la brisa.
Viento suave que acaricia
lentamente el corazón,
cicatriza sus heridas
llevándose mi dolor.
Al destello, con intriga le pregunto ¿tú quién eres?
Con una voz tierna y pura me responde lo siguiente:
\"Soy tu padre, soy tu madre, soy tu hermano, soy tu amigo
soy el ángel que te guía, no te rindas, soy tu hijo.\"
Ahora avanzo y miro al frente,
hacia un mundo diferente,
a un futuro de promesas
que le sigue a mi presente.
El pasado ya no importa.
Las cadenas de mi mente
ya se rompen, no soportan…
ellas ya no me detienen.