El silencio sabe
hablarme
y yo entenderle.
El silencio sabe
lo que me duele,
lo que me duele,
y también sabe
que ante el dolor
lo más sabio
es callarse…
ahorrarse
los tontos
consuelos…
Comprende
que me sumerja
en él
cuando tengo miedo…
cuando mi alma
juega a mostrarse…
cuando algún cruce
de caminos
me confunde;
cuando creo
que llegué…
que tú eras
mi destino….